Su primer libro Urformen der Kunst (Las formas originales del Arte) aparece en 1928 publicado por la importante editorial berlinesa Wasmuth, y lo convierte en mito de un día para otro. Una vez retirado, publica poco antes de morirse "Wundergarten der Natur" (El jardín maravilloso de la naturaleza, 1932).
Karl Blossfeldt veía sus fotografías como material de aprendizaje, no como obras de arte autónomas. Sus fotografías, cuya escala agrandaba y que convertía en diapositivas, se han proyectado sobre paredes y han servido como modelo para clases de dibujo y para observar detalles de plantas. Además, ilustró formas y estructuras naturales y sus obras se han utilizado como modelos ornamentales de productos.
El mismo Blossfeldt se consideraba más un fanático de las plantas que un fotógrafo. Con sus estudios precisos, descubrió detalles gráficos y cual botánico nombraba sus fotografías con nombres latinos.