En 1915 conoció a Hannah Höch con la que tuvo una aventura extramatrimonial con resultados artísticamente productivos pero con una relación turbulenta.
Fue uno de los fundadores del Club Dadá en Berlín, junto a Richard Huelsenbeck, que el 22 de enero de 1918 hizo la primera proclama dadaísta en Alemania . A los pocos días el club se formó estando integrado por Hausmann, Huelsenbeck, George Grosz, John Heartfield, entre otros.
La búsqueda de nuevos materiales no se hizo esperar mucho, ya que en unas vacaciones con Höch en el mar Báltico se dio cuenta de que en una pared había una foto de un grupo de soldados y el propietario había pegado sobre ella la foto de su hijo en cinco ocasiones.
"Fue como un destello: se podría - lo vi instantáneamente - hacer fotos, únicamente montando trozos de fotografías. En septiembre, ya de regreso en Berlín, comencé a darme cuenta de esta nueva visión, y utilicé fotografías de la prensa y el cine". (Hausmann, 1958)
De éste modo Hausmann se convierte en el descubridor del fotomontaje que fue la técnica más empleada por el movimiento Dadá y que tuvo gran influencia en otros autores y movimientos pictóricos posteriores. Otra de sus aportaciones son los poemas optofonéticos en los emplea de un modo particular los sonidos. También crea poemas por medios automáticos o por combinaciones mecánicas diversas y diversas técnicas tipográficas en el marco del experimentalismo.
En 1919 edita junto a Baader la publicación Der Dada, con el permiso de Tristan Tzara para utilizar ese nombre, la revista contenía dibujos, temas polémicos, poemas y sátiras tipografiados con una multiplicidad de fuentes y de signos.
En 1920 el club organiza su más importante evento con cerca de 200 obras de artistas como Francis Picabia, Hans Arp, Max Ernst, Otto Dix y Rudolf Schlichter, así como las principales obras de Grosz, Höch y Hausmann. Esta exposición tiene gran éxito en Ámsterdam, Milán, Roma y Boston; pero también sirve de ejemplo a los nazis para acuñar su idea del Arte degenerado.
En 1922 conecta con el arte constructivista y, en los años sucesivos, sigue escribiendo colaboraciones en revistas e incluso comienza una novela, Hyle, en 1926 cuando está en Sylt. Es en este lugar, en 1928, donde hace sus primeras fotografías . Sigue publicando artículos sobre arte y fotografía, así como organizando exposiciones.
En 1933 huye de la persecución nazi y se refugia en Ibiza, donde escribe una nueva novela y sigue haciendo fotografías con valor antropológico e histórico-cultural. Huye de nuevo al iniciarse la guerra civil y se refugia en Suiza y en Checoslovaquia, donde organiza exposiciones fotográficas sobre Ibiza.
Después de otras vicisitudes en su huída de los ejércitos nazis, finalmente se traslada a Limoges en 1944. Combina a partir de ese momento sus escritos con las exposiciones fotográficas, entre las que destacan diversas retrospectivas del dadaísmo, hasta que en 1967 tiene lugar una macroexposición de su obra completa en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo.
En 1969 está a punto de publicarse su primera novela, escrita muchos años atrás, pero quiebra la editorial. Aparece Melanographie, serie de fotografías experimentales sobre la luz que datan de 1931. En 1971 ve la luz su último libro, Sagemorcin. Muere en Limoges el 1 de Febrero.
La cultura industrial instituyó nuevas formas de ver y de dimensionar la existencia, a las que la fotografía contribuyó de un modo notable y a las que el artista no pudo permanecer ajeno. Sobre todo el artista de las llamadas vanguardias históricas. Estas, en efecto, afrontaron en el plano ideológico el problema de la relación entre arte y vida y lo resolvieron bien exaltando el maquinismo (futurismo), bien tratando de incorporarse a los procesos productivos, dándoles una forma “estética” (Bauhaus), bien rechazando en su totalidad la cultura burguesa (dadaísmo).
Por esto muchos autores de comienzos de siglo empezaron a ver la cámara fotográfica como un nuevo medio expresivo, un medio aún inexplorado en todas sus peculiaridades y, sin embargo, muy próximo a todas aquellas exigencias de “modernidad” demandadas por los nuevos tiempos y, en especial, por el momento industrial”.
La cabeza mecánica el espíritu de nuestro tiempo -1920
Pueda o no conferírsele la paternidad del fotomontaje, Hausmann fue maestro en este sistema de unión de fragmentos, que recuerda al collage cubista. “Normalmente surge motivado por una noticia, por una imagen unida a la actualidad.
“El dadaísmo cayó como una gota de lluvia del cielo. Los neodadaístas han aprendido a imitar la caída, pero no la gota de agua” (Raoul Hausmann, años 60).
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