Entre sus influencias destacan Menzel y Goya. Pero cuando aproximadamente en 1900 conoce a Arnold Böcklin, su obra se ve sustancialmente influenciada por éste. Klinger fue afamado y también cuestionado por su célebre serie de grabados titulada: “Paráfrasis sobre el descubrimiento de un guante”, en la que se sumerge en campos del inconsciente, representando sombras de temores y deseos, dando pie a novedosas interpretaciones psicoanalíticas.
Cuando vemos una de sus obras, nos recuerda uno de esos sueños que hemos tenido alguna noche y que es imposible borrar de nuestra memoria; un sueño que por más intentos que hagamos, no le hallamos explicación y que sin embargo, en nuestro fuero interno, sabemos que se trata de una parte preciada y delicada de nuestro propio mundo. Klinger nos muestra un mundo quimérico sujetado con delgados hilos hacia la realidad.
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