jueves, 23 de febrero de 2012

José Gutiérrez Solana

José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886 -1945) fue un pintor, grabador y escritor expresionista español.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando; después alternó estancias entre Cantabria y Madrid, pero tuvo tiempo para viajar por los pueblos y hasta para ser peón de la cuadrilla del torero Bombé, aunque vivió holgadamente con el dinero de su padre. Se instala en Madrid a finales de 1917, asistiendo a bailes, merenderos y museos suburbanos del Paseo del Prado, como el (entonces) solitario y destartalado Museo Arqueológico Nacional. Se acompaña de su inseparable hermano Manuel, que era cantante.
Solana crea un propio estilo, nada académico ni inclinado a las vanguardias, por más que frecuente la intelectualidad reunida en la tertulia de Pombo, cuyo animador y amigo Ramón Gómez de la Serna le dedicó un libro entero, a lo que correspondió el pintor con su cuadro Mis amigos (1920), donde pinta tal tertulia en torno a una mesa.
Gutiérrez Solana hizo una primera exposición en París (1928), que resultó un fracaso. En otra a la que acudió Alfonso XIII, sus cuadros se colgaron detrás de una puerta para que no incomodasen al monarca. Pero en 1936, cuando comienza la Guerra Civil, Solana es famoso y reconocido fuera y dentro de España. Se traslada a Valencia y luego a París. En 1939 vuelve a Madrid, donde fallece el día de San Juan, el 24 de junio de 1945.

Su pintura refleja, como la de Darío de Regoyos y la de Ignacio Zuloaga, una visión subjetiva, pesimista y degradada de España similar a la de la Generación del 98.
Fuera de la influencia que en él ejercen los pintores del tenebrismo barroco, en especial Juan de Valdés Leal, tanto por su temática lúgubre y desengañada como por las composiciones de acusado claroscuro, es patente la influencia de las Pinturas negras de Francisco de Goya o del romántico Eugenio Lucas. Su pintura es feísta y destaca la miseria de una España sórdida y grotesca, mediante el uso de una pincelada densa y de trazo grueso en la conformación de sus figuras. Su paleta tenebrista resalta el oscurantismo de la España del momento. Su obra puede estructurarse en torno a tres temas: las fiestas populares (El entierro de la sardina), los usos y costumbres de España (La visita del obispo) y los retratos (1920, Mis amigos).




Su pintura, de gran carga social, intenta reflejar la atmósfera de la España rural más degradada, de manera que los ambientes y escenarios de sus cuadros son siempre arrabales atroces, escaparates con maniquíes o rastros y ferias dignos de Valle-Inclán , tabernas,  y comedores de pobres, bailes populares, corridas, coristas y cupletistas, puertos de pesca, crucifixiones, procesiones, carnavales, gigantes y cabezudos, tertulias de botica o de sacristía, carros de la carne, caballos famélicos, ciegos de los romances, "asilados deformes", tullidos, prostíbulos, despachos atiborrados de objetos, rings de boxeo, ejecuciones y osarios.
Trabaja también el grabado, generalmente al aguafuerte, insistiendo en una técnica directa y más bien ruda, de trazos gruesos.

Como escritor posee un estilo semejante, de grandes cualidades descriptivas, vigoroso y enérgico, apropiado para la estampa costumbrista. Por ello la mayoría de sus obras son libros de viajes. Sus escritos más importantes son Madrid: escenas y costumbres (1913 y 1918, dos vols.), La España negra (1920), Madrid callejero (1923) y Dos pueblos de Castilla (1925). También escribió una novela, Florencio Cornejo(1926).












viernes, 17 de febrero de 2012

La hora del lobo

 LA HORA DEL LOBO (Vargtimmen) (1968)
Dirección: Ingmar Bergman.
Intérpretes: Max Von Sydow, Liv Ullman, Gertrud Fridh, Georg Rydeberg.


  Nos encontramos ante una película de horror, probablemente la más sombría y turbadora de toda la filmografía bergmaniana. Una obra maestra absoluta en la que el cineasta sueco reflexiona sobre las relaciones destructoras que se establecen entre el artista y su insaciable público.
Supone además la culminación de la influencia expresionista en Bergman, tanto desde un punto de vista estético como conceptual.


En este sentido cabe recordar que la esencia del expresionismo es la interpretación subjetiva del mundo, predominando la imaginación y lo onírico sobre el realismo. Esto es lo que ocurre en el filme, donde la realidad se confunde con la imagen atormentada que tiene de la misma el protagonista, de modo que con frecuencia lo que vemos en pantalla no es más que la exteriorización de esos fantasmas y demonios internos que lo acechan.
Esa estructura narrativa en la que se alternan lo real y lo pesadillesco recuerda mucho a algunas de las narraciones de E.T.A. Hoffmann, escritor y compositor que ha influido de forma notable en cineastas como David Lynch, al que Bergman se adelantó, en todos los sentidos, varias décadas con cintas tan complejas y rompedoras como “Persona” (1966) o la que ahora nos ocupa.

En definitiva, título esencial de su autor y uno de los más logrados de los que rodó en la isla de Farö. De atmósfera opresiva, angustiosa e inquietante.



"La hora del lobo es el momento entre la noche y la aurora cuando la mayoría de la gente muere, cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los demonios son más poderosos..."

 Ingmar Bergman, La hora del lobo.
























viernes, 10 de febrero de 2012

Paul Wegener

Paul Wegener (Arnoldsdorf, Prusia Oriental; actualmente Jarantowice, Polonia, 11 de diciembre de 1874 - † Berlín, 13 de septiembre de 1948), actor y director de cine alemán.
A los veinte años, ya interesado por la poesía y el teatro, ingresó a la Universidad de Leipzig para seguir la carrera de Derecho. En 1905 abandonó la carrera para unirse a la compañía teatral de Max Reinhardt. Debutó en la gran pantalla en 1913, en la película El estudiante de Praga (Der Student von Prag). Es uno de los realizadores más destacados del expresionismo alemán, recordado especialmente por sus películas sobre el Golem, basadas en la novela de Gustav Meyrink. Fue considerada como la versión definitiva Der Golem, wie er in die Welt kam (1920) que protagonizó y dirigió junto a Carl Boese. Se casó siete veces. Dirigió diecinueve películas y actuó en setenta.

Filmografía selecta:

1913 El estudiante de Praga, de Stellan Rye.
1914 El Golem, de de Henrik Galeen y Paul Wegener.
1916 Der Yoghi, de Rochus Gliese y Paul Wegener.
1916 Rübezahls Hochzeit, de Paul Wegener y Rochus Gliese.
1917 Der Golem und die Tänzerin, de Rochus Gliese y Paul Wegener.
1917 Hans Trutz im Schlaraffenland, de Paul Wegener.
1918 Der Rattenfänger von Hameln, de Paul Wegener.
1920 Sumurun, de Ernst Lubitsch.
1920 Der Golem, wie er in die Welt kam (Versión definitiva) de Carl Boese y Paul Wegener.
1921 Das Weib des Pharao, de Ernst Lubitsch.
1922 Vanina, de Arthur von Gerlach.
1922 Lucrezia Borgia, de Richard Oswald.
1924 Lebende Buddhas, de Paul Wegener.
1926 The Magician (USA), de Rex Ingram.
1927 Die Weber, de Friedrich Zelnik.
1928 Alraune, de Henrik Galeen.
1933 Hans Westmar, de Franz Wenzler.
1934 Ein Mann will nach Deutschland, de Paul Wegener.
1935 ...nur ein Komödiant
1939 Das unsterbliche Herz
1942 Der große König, de Veit Harlan.
1945 Der Fall Molander de Georg Wilhelm Pabst.
1945 Kolberg de Veit Harlan.
1948 Der große Mandarin de Karl-Heinz Stroux.










































































































































































































































































































































































viernes, 3 de febrero de 2012

Gustav Meyrink


Gustav Meyrink  nació el 19 de enero de 1868 en Viena, como resultado del amorío entre el barón Karl Warnbühler von und zu Hemmingen y una actriz de segunda fila, Maria Wilhelmina Adelheid Meier, probablemente de orígenes judíos. La familia paterna no se interesó por él hasta que se convirtió en un escritor famoso, momento en que le ofrecieron hacer uso oficial de su apellido. Gustav, que había adoptado el apellido Meyrink como nombre artístico, declinó la oferta. En numerosos personajes de sus novelas se distinguen los rasgos de sus progenitores: ancianos nobles de hábitos ridículos y actrices fracasadas. Ejerció como banquero, pero una acusación por fraude le llevó a la cárcel y arruinó su carrera como financiero. Finalmente, pudo vivir  de su talento literario, como traductor de Dickens y narrador.


Una profunda crisis vital le llevó intentar suicidarse a los 24 años. En el momento en que se disponía a saltarse los sesos con una pistola, alguien abandonó bajó su puerta un pequeño folleto titulado La vida postrera. Asombrado por aquella coincidencia, Meyrink se interesó por los fenómenos ocultos y las tradiciones esotéricas, que tienen una importante presencia en sus obras.

Su matrimonio con Philomene Bernt (1905) le dio dos hijos: Sybille Felizitas (1906) y Harro Fortunat (1908). Este último, tras un grave accidente sucedido mientras esquiaba, se suicidó a los 24 años (la misma edad a la que Meyrink había intentado matarse). Meyrink murió poco después, el 4 de diciembre de 1932, en Starnberg.



En su obra más conocida, la novela El Golem (1915), Meyrink ofrece una visión simbólica de este personaje legendario del folclore judío, que a su juicio encarna la potencia oculta (monstruosa e informe por estar aún 'dormida') que anida en el inconsciente de todos los hombres, y en especial en el de los judíos del gueto de Praga.
Sus novelas posteriores desarrollan la misma fórmula: material tradicional procedente del folklore europeo, reinterpretado desde una perspectiva simbolista y esotérica, influida por la alquimia, la cábala, el budismo, el taoísmo y la masonería, pero enemiga de la teosofía y el espiritismo. Son temas recurrentes el sueño (concebido como puerta a otra dimensión de lo real), el Doble y la amada idealizada, según el modelo  de Petrarca, Ofelia o la niña muerta de Poe.






"Los hechos de la vida de Gustav Meyrink son menos problemáticos que su obra. Nació en 1868, en Viena. Su madre fue una actriz (es demasiado fácil comprobar que su obra literaria es histriónica). Munich, Praga y Hamburgo se reparten sus años de juventud. Sabemos que fue empleado de banco, y que abominó ese trabajo. También sabemos que ensayó dos desquites o dos maneras de evasión: el estudio confuso de las confusas "ciencias ocultas" y la composición de escritos satíricos. Atacó en ellos el ejército, las universidades, la banca, el arte regional. ("Arte-escribió-de donde está ausente lo artístico y donde lo regional es falsificado".) Desde 1899, la famosa revista Simplizissimus, publicó sus escritos. De esa época data su traducción de ciertas novelas de Dickens y de ciertos relatos de Poe. Hacia 1910 reunió una ciencuentena de cuentos bajo el nombre paródico El cuerno mágico del burgues alemán, en 1915 publicó El Golem.
 El Golem es una novela fantástica. Novalis anheló alguna vez "narraciones oníricas, narraciones inconsecuentes, regidas por asociación, como sueños". Tan fácil es componer narraciones de ésas como imposible es componerlas de modo  que no sean ilegibles.  El Golem
-increiblemente- es onírico y es lo contrario de ilegible. Es la vertiginosa historia de un sueño. En los primeros capítulos (los mejores) el estilo es admirablemente visual; en los últimos arrecian los milagros de folletín, el influjo de Baedeker es más fuerte que el de Edgar Allan Poe y penetramos sin placer en un mundo de excitada tipografía, habitado de vanos asteriscos y de incontinentes mayúsculas...No sé si El Golem es un libro importante; se que es un libro único.
 Inútilmente tratan de parecérsele las otras novelas de Meyrink: La noche de Walpurgis, El rostro verde, El ángel de la ventana occidental.

 
Gustav Meyrink es asimismo autor de Murciélagos-una recopilación de cuentos fantásticos- y de un fragmento de novela que se titula El emperador secreto. "
Jorge Luis Borges. Textos cautivos. 29 de Abril de 1938.





Novelas
  • El Golem (1915)
  • El rostro verde (1916)
  • La noche de Walpurgis (1917)
  • El dominico blanco (1921)
  • El ángel de la ventana de occidente (1927)    
Cuentos
  • El ardiente soldado y otras historias (1903)
  • Orquídeas: historias extrañas (1904)
  • El cuerno mágico del burgués alemán (1913)
  • Murciélagos (1916)
  • Cuentos de alquimistas (1925)
  • El relojero

jueves, 2 de febrero de 2012

Edvard Munch, pintor de almas

Edvard Munch  (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego de la corriente expresionista. Pocos artistas como Munch ofrecen una relación tan estrecha entre vida y obra: los avatares personales ejercerán una influencia decisiva en la orientación de su actividad. Hijo de un médico castrense, cuando aún no ha cumplido los cinco años, su madre muere víctima de la tuberculosis. Se inicia de esta forma tan temprana una relación con la muerte que habría de obsesionar al pintor durante toda su vida, pues nueve años más tarde fallecería, a causa de esta misma enfermedad, su hermana Sophie, apenas dos años mayor que él. En un entorno que el artista definió como un lugar "opresivo y triste" transcurre su infancia. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. 

El pintor decía de sí mismo que, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas.

                              Al día siguiente. 1884
Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza...

    El grito. 1893

Edvard Munch pasó su infancia y adolescencia en la capital de Noruega, que por entonces se llamaba Cristianía (hoy, Oslo). La familia Munch contaba con varias prominentes personalidades artísticas y culturales, siendo digno de mención especial el conocido historiador P.A. Munch. En su juventud, Edvard Munch vivió con su familia en un barrio humilde de la capital, en condiciones materiales por debajo de su rango social. El padre era un médico castrense profundamente religioso y con ingresos modestos. Cuando Munch tenía sólo cinco años, murió su madre de tuberculosis. De la misma enfermedad moriría su hermana Sophie a los quince años de edad, en 1877. Munch estuvo enfermo con frecuencia. Enfermedad, muerte y dolor son motivos frecuentes en su obra. Después de un año en la Escuela Técnica de Arquitectura, decide ser pintor. Estudia a los viejos maestros, asiste a las clases de la Academia de Dibujo y, durante algún tiempo, corrige sus trabajos el pintor más prominente de Noruega, Christian Krogh. En dos o tres ocasiones, abandona la ciudad durante el verano para pintar en la improvisada "academia al aire libre" de Frits Thaulow, asimilando en seguida un realismo de inspiración francesa.
                De mañana. 1884
Realismo
Las pinceladas de Munch son cada vez más audaces, menos atadas a las convenciones del realismo. En 1885 realiza un corto viaje de estudios a París. Ese mismo año empieza la obra que abriría el camino del éxito al pintor noruego: "Niña enferma". Durante muchos meses lucha contra el motivo para hallar una expresión válida de su dolorosa vivencia personal. El resultado fue radical; la crítica, en parte, demoledora. Munch renunciaba a la perspectiva y la forma plástica, logrando una fórmula de composición casi icónica. La ruda textura de la superficie muestra todas las huellas de un laborioso proceso creador.
Amor y angustia son polos magnéticos del arte de Munch. En "Atardecer" (1888), introduce por primera vez el erótico drama triangular, de momento en forma discreta y realista. "Inger en la playa" (1989) muestra el talento del pintor para la descripción lírica de un estado de ánimo, acorde con la corriente neorromántica del arte pictórico noruego.
En el verano de 1889, Munch y su familia alquilan una casa en Åsgårdstrand, una pequeña localidad costera al sudoeste de Cristianía. Es el característico litoral de esa zona el que aparece como "leitmotiv" portador de sentido de tantas composiciones de Munch. 

La niña enferma 1885
                
Los bohemios de Cristianía
En 1889 pinta el retrato de Hans Jæger, adalid del grupo de artistas "Christiania-Bohème". Las relaciones con Jæger y su círculo de anarquistas radicales serán un hito significativo en la vida del pintor y fuente de nueva inquietud y conflictos. Ahora, Munch inicia una amplia producción biográfico-literaria que reasumirá en diversas fases de su vida. Estos tempranos apuntes servirán de anuncio de varios de sus motivos principales en los años noventa. A tono con las ideas de Jæger, el pintor intenta ofrecer primeros planos verídicos de los anhelos y angustias del hombre moderno; quiere pintar su propia vida.
                           Hans Jaeger. 1889
Los años en Francia
En el otoño de 1889 inaugura una exposición individual en Cristianía y solicita una beca del Estado. Las obras más importantes de los últimos años presentan una forma menos provocativa que "Niña enferma", y se le concede beca de viaje tres años seguidos. El pintor se traslada a París, donde es alumno de Léon Bonnat durante breve tiempo. Más significativos impulsos recibe orientándose en el ambiente artístico parisino, donde, a la sazón, triunfaba el posimpresionismo con diversos experimentos antinaturalistas: clima liberador para Munch, a quien el realismo no le satisfacía. "La cámara fotográfica no podrá competir con el pincel y la paleta", escribe, "mientras no pueda utilizarse en el cielo y en el infierno".
Poco después de su llegada a París el primer otoño, recibe la noticia de la muerte de su padre. La soledad y melancolía del cuadro "Noche" (1890) se ven a menudo con este trasfondo. El interior oscuro, con la solitaria figura junto a la ventana, queda dominado totalmente por los tonos azules: una pintura de tonalidades que pueden recordar los matices cromáticos de James McNeill Whistler. Esta obra, moderna e independiente, es también expresión de la "decadencia" propia de la última década del siglo.
                              Noche en Saint-Cloud 1890 
En el Salón de Otoño de Cristianía, en 1891, expone Munch ­ entre otros el cuadro "Melancolía", continuación de la temática de "Atardecer" e "Inger en la playa". En estas pinturas predominan líneas arqueadas y superficies cromáticas más homogéneas: una simplificacion y estilización del motivo emparentadas con los sintetistas galos. "Simbolismo quiere decir que la naturaleza la configura nuestro propio estado de ánimo", escribe Munch. Por aquel tiempo, hizo Munch los primeros bocetos de su famosa obra "El grito". También pinta varios cuadros en un estilo impresionista, casi puntillista, con motivos del Sena y del paseo de Karl Johan, de Cristianía.
                   Inger en la playa 1989
                Atardecer en la Avenida Karl Johan 1892
                                        Melancolía 1894
               

Pero lo que a Munch le interesa es lo que se puede captar por el espíritu, no a través de los sentidos. "El grito" ha recibido con frecuencia el título de "primer cuadro expresionista" y constituye verdaderamente el más típico ejemplo de la "pintura anímica" de Munch. Su fuerza expresiva se debe en gran medida a las técnicas y efectos pictóricos empleados y se hace patente en la estridencia del colorido y la sinuosidad de las líneas. La escena en general y en especial la figura que aparece en primer plano han sido dibujadas de manera grotesca. Los colores tienen una consistencia irreal. Pintado a partir del "infierno interior" de Munch, el cuadro visualiza asimismo un aspecto de la desesperación omnipresente a finales de siglo, con sus connotaciones de angustia y sentimiento apocalíptico. La fuerza demoledora del motivo lo proyecta a nuestra época, demostrando la vigencia del tema.
                              Pubertad. 1894-95              
              
                           Madonna_1894-1895
                 Celos 1895


                 Mujer en tres etapas.1895 

Berlin
En el otoño de 1892, Munch ofrece una amplia presentación de su arte, que incluye los frutos de su estancia en Francia. Esta exposición resulta en una invitación del Círculo de Bellas Artes de Berlín, donde se expondrán las mismas obras. La exposición es un "succés de scandal". El público y los pintores de más edad interpretan el arte de Munch como una provocación anarquista y, en protesta, se clausura la exposición.
Edvard Munch ya tenía, pues, cierta fama en Berlín cuando decide quedarse en la capital alemana. Se introduce en un círculo de escritores, artistas e intelectuales, donde abundan los escandinavos. Entre los miembros de ese círculo están el escultor noruego Gustav Vigeland, el escritor danés Holger Drachman, el poeta polaco Stanislaw Przybyszewski y el alemán Julius Meier-Graefe, historiador de arte. Sin embargo, más decisivo para Munch será su encuentro con el dramaturgo sueco August Strindberg. En el círculo que frecuenta Munch se habla de filosofía de Nietzsche, simbolismo, psicología, ocultismo y la cara oculta de la sexualidad. 
En diciembre de 1893 expone Munch en "Unter den Linden", mostrando una serie de cuadros que integran un ciclo que el artista llamaría más tarde "El friso de la vida": evocadores motivos como "La tormenta", "Claro de luna" y "Noche estrellada", donde se intuye el influjo de Arnold Böcklin. Otros motivos iluminan la faceta nocturna del amor, como "Rose y Amelie" y "Vampiresa". Varias obras tienen como tema la muerte; el cuadro que llama más la atención es "Muerte en la alcoba" (1893), obra donde se evidencia la deuda artística de Munch con los sintetistas y simbolistas franceses. En tonos chillones y descoloridos, el cuadro muestra una escena congelada, como el trágico final de un drama. El motivo se basa en el recuerdo de la muerte de su hermana Sophie, y toda la familia de Munch está representada. El foco dramático del cuadro se centra en la figura que representa al propio Munch. Al año siguiente, la temática de "El friso de la vida" es ampliada con los motivos de "Angustia", "Cenizas", "Madonna" y "Mujer en tres fases". Junto con otros tres historiadores, edita Stanislaw Przybyszewski, en 1894, la primera publicación sobre Munch. El lo califica de "realismo psíquico".
En Berlín de nuevo
En la primavera de 1896, Munch abandona Berlín y se instala en París. Allí vuelve a frecuentar la compañía de Strindberg y Meier-Graefe y dedica cada vez más atención a los recursos gráficos. En Berlín se había iniciado en el grabado al aguafuerte y la litografía, y ahora crea delicadas litografías de colores y sus primeros grabados en madera, en colaboración con el famoso impresor Auguste Clot. Munch también pensaba publicar una colección con el título de "El espejo", una versión gráfica de "El friso de la vida". Por su supremo dominio de los recursos técnicos y su gran originalidad artística, Munch es considerado, hoy día, como unos de los clásicos del arte del grabado. En 1896 y 1897 en Paris realizó Munch carteles para el Théâtre de L'oeuvre de Lugné-Poe, con motivo de dos representaciones de Ibsen. Le encargaron asimismo dibujar las ilustraciones de "Les Fleurs du Mal", de Baudelaire, trabajo que no llegó a terminar por muerte del editor. En 1898 ­ de vuelta a Noruega ­ realiza las ilustraciones de una edición de la revista alemana "Quickborn", con texto de Strindberg.
Finales de siglo
Hacia fines de siglo, Munch pinta una serie de cuadros nuevos, varios de tamaño grande, influidos, en parte, por la estética del estilo Jugend, en boga a la sazón. La tensión psicológica es manifiesta en los motivos de "La brusca roja" y "Melancolía. Laura". Una atmósfera más misteriosa y "supraindividual" tienen "Metabolismo" y "Fertilidad". El cuadro de gran formato que conocemos actualmente con el nombre de "Metabolismo" (1898) lo enmarcó Munch en madera labrada. La obra, a la que primero se conoció con el nombre de "Adán y Eva", nos revela la primacía de la idea de pecado original en el pesimismo de Munch respecto de las relaciones amorosas. Motivos tales como el de "La cruz vacía" y "Gólgota", ambos pintados en 1900, nos muestran la inclinación de Munch hacia la metafísica, resultado sin duda de sus vivencias de niño y adolescente en un ambiente familiar pietista. La intensidad de una relación amorosa que vivía Munch por este tiempo afianzó su vocación artística. La época de finales de siglo se caracteriza por ser fase de ex-perimentación constante. Aparece un nuevo estilo decorativo y más colorista, sin duda bajo la influencia del arte "naif" y en especial de Maurice Denis. Ya en 1899 pintó Munch "La danza de la vida", versión osada y personal del tema del ciclo biológico humano, en la que el artista da monumentalidad al arte decorativo. 
De estos años son también una serie de cuadros paisajistas del fiordo de Cristianía, estudios de la Naturaleza decorativos y de gran sensibilidad, a los que se les ha dado "status" de obras maestras de la pintura simbolista nórdica. "Las chicas del puente", cuadro clásico y lleno de atmósfera, lo pintó en Åsgårdstrand en 1901.
Época turbulenta
Por entonces, los desgastados nervios de Munch le llevan a una estancia en el sanatorio. También vive unas turbulentas relaciones amorosas con una acomodada "bohemia" de Cristianía, que terminan en una dramática escena ­ con revolver y todo ­ en Åsgårdstrand, en 1902, en la que Munch se daña un dedo de la mano izquierda. Para Munch, este suceso se convierte en una obsesión, en torno al cual urde mitos paranoicos. En una serie de caricaturas burlescas, vierte su desprecio por Tulla y sus antiguos amigos de la "Christiania-Bohème". Los rasgos de Tulla aparecen también en el motivo de "La muerte de Marat" (dos versiones, ambas de 1907), que normalmente se cree representa "la lucha entre hombre y mujer a la que llaman amor".
1902 es un año señalado para la carrera artística de Munch en el Continente. Su primer mecenas importante, Max Linde, de Lübeck, acaba de editar una entusiasta publicación: "Edvard Munch y el arte del futuro". Ahora vienen unos años productivos de febril actividad expositora y encargos de retratos de personas prominentes. Los retratos de Munch, a menudo de cuerpo entero, van convirtiéndose, paulatinamente, en parte importante de su producción. Ya iniciado el siglo XX, los niños y su mundo ocupan también un lugar importante en la obra munchiana. El retrato colectivo "Los hijos del Dr. Linde" (1904) se considera una obra maestra del arte moderno del retrato.
Nerviosismo y una vida irregular acarrean crecientes problemas alcohólicos. De aquel tiempo son los monumentales retratos quiméricos de Friedrich Nietzsche. Durante visitas sucesivas a Weimar, retrató el artista también a la hermana del filósofo, Elisabeth Förster-Nietzsche. Henrik Ibsen murió en mayo de 1906 y en otoño del mismo año hizo Munch bocetos para la escenografía de la representación de Max Reinhardt de la pieza teatral "Los Dobles" en la nueva "pequeña escena" del Deutsches Theater de Berlín. Con los encargos de Max Reinhardt, Henrik Ibsen va adquiriendo un lugar cada vez más importante en la conciencia del artista. El "Autorretrato con vino" (1906) muestra una figura estática y meditabunda, sentada sola a la mesa de un café claustrofóbico, representación gráfica de corte trágico que guarda parentesco espiritual con el personaje de Osvald en el drama de Ibsen.
Algunas obras de esa época hacen que los críticos asocien a Munch con los fauvistas franceses, debido a su brutal estilo pictórico, con toscos y simplificados efectos de colorido. El grupo "Die Brücke" muestra interés por Munch, pero no consigue que participe en sus exposiciones. Motivos de esta época revelan claras señales de una orientación más extrovertida. "Hombres bañándose" (1907-08) es un homenaje a la virilidad vital. Sin embargo, los problemas de nervios y el alcohol le producen una depresión, y Munch pasa ocho meses en una clínica de Copenhague. En Noruega, entretanto, se reconoció por fin su labor artística y, mientras se hallaba internado, le fue concedida la Orden de San Olav.
El regreso a Noruega
Desde 1909, y hasta su muerte, Edvard Munch residiría en Noruega. Primero se establece en Kragerø, población costera más al sur de la capital, donde pinta ­entre otros cuadros­ varios clásicos paisajes de invierno. Tras una larga polémica, se acepta el esbozo de Munch para la decoración de la nueva aula magna de la Universidad de Cristianía. El pintor había trabajado con los bocetos durante varios años, en grandes estudios al aire libre que se había hecho construir. El tema central es "El sol": un amanecer en el fiordo, con el astro despuntando entre las rocas frente al hogar del pintor en Kragerø. La explosiva composición se puede considerar también como un símbolo de la energía desbordante y vitalizadora de la existencia. Formando pareja en el aula universitaria cuelgan "La Historia" y "Alma mater". Bajo un enorme roble hay un viejo contando a un adolescente la saga humana.­ Al borde del agua, se halla una mujer con un niño de pecho, mientras que unos muchachos exploran el entorno natural. Son motivos "arquetípicos", con la grandiosa monumentalidad del Renacimiento primigenio y el fresco colorido reminiscente de una pintura mural. El efecto superficial es decorativo, imbuido del lírico trazo lineal de Munch.
El pintor noruego también muestra interés por el creciente movimiento obrero en varios de los motivos de aquella época, algunos de carácter monumental. "Obreros volviendo a casa" (1913-15) es, a la vez, un estudio del movimiento y de la perspectiva: un tratamiento pictórico de fenómenos ópticos.
Aislamiento
En 1916 compra Munch la finca "Ekely", a las afueras de Cristianía (desde 1924, Oslo). Allí vive cada vez más aislado, en voluntaria reclusión, austeramente, rodeado solamente de sus cuadros. Sigue mostrando gran productividad, pero de mala gana se separa de sus "criaturas", aunque sí presta sus cuadros a varias exposiciones internacionales.
En la década de los veinte, Munch se dedica especialmente a estudios y composiciones basados en modelos. Muchas de estas obras tienen un carácter exuberante y optimista, mientras que en otras continúa explorando los temas conflictivos de fin de siglo. En el arte del grabado, su producción sigue siendo considerable; entre otras obras, pueden mencionarse varios retratos litográficos.
El Museo Munch de Oslo
A la muerte de Munch, en 1944, quedó de manifiesto que su gran colección de cuadros e ingente y desordenada cantidad de apuntes autobiográficos las heredaba la municipalidad de Oslo. ElMuseo de Munch, que se inauguró en 1963, alberga, pues, una colección única en el mundo de la obra del artista. Allí se conserva también material que arroja luz sobre todas y cada una de las fases por las que atravesó el genio creador de Munch.
Nasjonalgalleriet de Oslo es, por su parte, propietaria de una selección escogida de cuadros de Munch, en especial de las obras principales de su primera época. Encontramos también obras maestras del pintor en la "Billedgalleri" de Bergen.
Texto de Frank Høifødt, 
                               
                              
                               Tormenta

                                 Celos


                                            Madonna

                              Vampiro
                              Mujer tres etapas                            



                             Separación


                                                        La flor del dolor   
                                          
           El asesino