Zurich, 1741-Londres, 1825.
Pintor suizo nacionalizado británico. Durante una larga estancia en Italia (1770-1778), profundizó en el estudio de la Antigüedad clásica y de Miguel Ángel. Su obra pictórica, de estilo teatral, se compone de grandes lienzos con temas sacados de la Biblia, de Shakespeare, de los Nibelungos, de Homero, etc. Sus formas se inspiran en Miguel Ángel, mientras el colorido liso recuerda el de los flamencos. Está considerado como un precursor del Romanticismo.
Johann Heinrich Füssli realizó estudios de teología para contentar a su padre, pero pronto se sintió más atraído por los ambientes artísticos y sus intereses e ideas independientes se decantaron por la pintura y la literatura. En 1763 se trasladó a Londres, donde enseguida demostró un gran entusiasmo por la Antigüedad clásica que le llegó a través de las obras de John Milton y William Shakespeare. De este último rescató lo más terrible , como puede apreciarse en sus cuadros de brujas inspiradas en Macbeth. La pintura de Henry Fuseli, que se debatió entre el sexo, el miedo y la violencia, dio vida a una serie de seres típicamente románticos (gigantes, brujas, fantasmas).
En 1783, la Royal Academy (de la que Fuseli fue miembro en 1790 y profesor en 1799) recibió muy favorablemente el que con el tiempo se convertiría en uno de sus cuadros más conocidos: La pesadilla (1782, Museo Goethe, Frankfurt). Se conocen actualmente seis versiones similares de esta obra.
Aunque desde nuestra perspectiva la concepción del tema puede parecer demasiado evidente o incluso un poco grotesca, en su momento supo reflejar con eficacia los temores de la época, mostrando a una mujer recostada sobre la que se visualizan en el lienzo los monstruosos animales que pueblan su pesadilla. Henry Fuseli sigue aquí una disposición clásica, en la que la parte inferior corresponde a la realidad y la superior a lo soñado, si bien establece una inquietante y estrecha relación entre ambas categorías. Los colores lúgubres y grises de los terribles personajes oníricos oprimen con su peso la blancura de la mujer, que a pesar de su consistente anatomía se desploma en un gesto de abandono y sumisión ante la irrupción de lo sublime provocada por su inconsciente.
Según han puesto de manifiesto los estudiosos de Fuseli, esta obra puede estar relacionada con los amores imposibles del pintor y la sobrina de su amigo Lavater, filósofo, teólogo y poeta suizo. El cuadro concede una gran importancia a la expresión de abandono que refleja el rostro. En general, la importancia de la obra de Henry Fuseli radica, sobre todo, en la expresividad de los rostros, como se pone de manifiesto en el dibujo Miedo, en el que los cuerpos de tres mujeres están simplemente insinuados por una línea, mientras que los rostros se muestran mucho más elaborados en tanto que son el centro de la expresión del espanto.
El Silencio
En una obra posterior, Titania y Botton (1780-1790, Tate Gallery, Londres), el sistema tradicional de la perspectiva renacentista es reemplazado por un indeterminado espacio de lóbrega iluminación en el que Titania, la reina de las hadas, ha conjurado a una legión de gnomos, criaturas fantásticas y duendecillos, con la intención de someterlos al servicio de Botton. En esta obra se puede constatar que el artista, casi contemporáneo del marqués de Sade, se adentró en las mismas zonas de la pasión y el sexo. Del mismo modo, El despertar de Titania (1793-1794, Kunsthaus, Zurich) muestra esa mezcla romántica de voluptuosidad, erotismo y fatalidad.
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lunes, 4 de mayo de 2015
jueves, 12 de septiembre de 2013
Jacques Tourneur
Jacques Tourneur nació el 12 de noviembre de 1904 en París (Francia). Era hijo del director Maurice Tourneur, con quien el joven Jacques dio inicio su trayectoria cinematográfica al colaborar en la década de los años 20 como montador y director de segunda unidad en varios títulos galos.
A comienzos de la siguiente década Tourneur, quien en 1930 contrajo matrimonio con la actriz Christiane Virideau, debutó como director realizando cortos y largometrajes de escaso interés.
A mediados de los años 30 se trasladó a Hollywood y, además de trabajar como asistente del director en la obra maestra de Jack Conway “Historia de dos ciudades” (1935), comenzó, empleando en ocasiones el seudónimo americanizado de Jack Tourneur, a rodar sus primeras cintas, generalmente cortos, con capital estadounidense.
Su mejor momento llegó en los años 40 cuando se alió con el fenomenal productor Val Lewton para realizar en la RKO una serie de fascinantes proyectos de terror y suspense de bajo presupuesto y alto talento, con unas hipnóticas y sugerentes atmósferas, en donde se destacaba el valor de la sugerencia, el evocativo aspecto estético y el aspecto psicológico sobre la explotación facilona de otros cauces más triviales para causar efectismos simplones.
Entre ellas auténticas gemas fílmicas como “La mujer pantera” (1942), con Simone Simon, “Yo anduve con un zombie”, con Frances Dee o “El hombre leopardo” (1943), con el protagonismo de Dennis O’Keefe.
Todas ellas estaba montadas por el también director Mark Robson.
Al margen de estos títulos de suspense, Tourner en la década de los 40 nos regaló dignos ejemplos de western, como “Tierra generosa” (1946), con Dana Andrews, thrillers bélicos como “Berlín Express” (1948), protagonizado por la pareja formada por Robert Ryan y Merle Oberon, o esa maravilla del cine negro titulada “Retorno al pasado” (1947), película con un reparto extraordinario en el que aparecían Robert Mitchum, Kirk Douglas, Rhonda Fleming y Jane Greer. También en este período rodo con Hedy Lamarr el melodrama psicológico "Noche En El Alma" (1944).
En los años 50 Jacques Tourneur filmó algunos de sus mejores trabajos, como “El halcón y la flecha” (1950), popular y enérgico título de aventuras con Burt Lancaster y Virginia Mayo, “La mujer pirata” (1951), disfrutable título de piratas con Jean Peters, “La noche del demonio” (1957), magistral película británica de terror con Dana Andrews y Niall MacGinnis, y “Al caer la noche” (1957), espléndido título negro.
Al margen del cine Tourneur dirigió también episodios de conocida series de televisión, como “Bonanza” o “En los límites de la realidad (Twlight Zone)”.
Este fantástico director, un hechicero de la narración cinematográfica a reinvidicar sin reservas (en especial sus cautivadores trabajos con el genial Val Lewton, además de “Retorno al pasado” y “La noche del demonio”), murió en la localidad francesa de Bergerac el 19 de diciembre de 1977. Tenía 73 años.
Películas más famosas:
La mujer pantera (1942)
El hombre leopardo (1943)
Yo anduve con un zombie (1943)
Retorno al pasado (1947)
Berlín Express (1948)
El halcón y la flecha (1950)
La mujer pirata (1951)
La noche del demonio (1958)
miércoles, 28 de agosto de 2013
Jack Arnold
Jack Arnold Waks nació en New Haven, Connecticut, Arnold dirigó numerosas películas de ciencia-ficción de bajo presupuesto. Jack Arnold inició su carrera como actor teatral y director de documentales, siendo nominado al Oscar al mejor documental por “With this hands” (1950). Debutó como realizador de largometrajes con Girls in the night (1953), un título de cine negro protagonizado por Joyce Holden.
A mediados de los 50, empezó una serie de películas fetriche. Entre las más conocidas, Ensayo dramático (1953) (un thriller psicológico con Edward G. Robinson y John Forsythe), Llegó del más allá (relato de Ray Bradbury con Richard Carlson y Barbara Rush como protagonistas), La mujer y el monstruo (una películas rodada en 3-D con Julie Adams y Richard Carlson) o su película más recordada, El increíble hombre menguante. Todas ellas fueron alabadas por su atmósfera y sus guiones extremadamente sofisticados.
Aparte de la ciencia-ficción, Arnold tocó otras temáticas. En ellas se pueden destacar westerns (como Red Sundown)(1956), algún drama (como Escala en Tokio) (1958), con Lana Turner, y comedias, como Un golpe de gracia (1959), película protagonizada por Peter Sellers y Jean Seberg. También en esta década, realizó diferentes trabajos en televisión como capítulos para las series Peter Gunn, Látigo o Mr. Lucky. Posteriormente, alternaría sus trabajos en el cine, entre ellas varias con Bob Hope, como Soltero en el paraíso (1961) o Un biberón en la ONU (1964) con contribuciones a la pequeña pantalla como Dr. Kildare, La isla de Gilligan, The Brady Bunch,McCloud, La mujer biónica, Wonder Woman, Vacaciones en el mar o La bella y la bestia.
Arnold murió en Los Ángeles, California a la edad de 76 años.
Filmografía
- The Valley of the Shadow (1947)
- With These Hands (1950)
- The Challenge (1951)
- World Affairs are Your Affairs (1951)
- Working Through College (1951)
- Girls in the night (1953)
- Ensayo dramático (The Glass Web) (1953)
- Llegó del más allá (It Came from Outer Space) (1953)
- La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon) (1954)
- Revenge of the Creature (1955)
- Tarántula (Tarantula) (1955)
- Regreso a la tierra (This Island Earth) (1955)
- Sangre en el rancho (Red Sundown) (1956)
- El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man) (1957)
- El vestidor roto (The Tattered Dress) (1957)
- Man in the Shadow (1957)
- High School Confidential! (1958)
- Hijos del espacio (The Space Children) (1958)
- Escala en Tokio (The Lady Takes a Flyer) (1958)
- Monster on the Campus (1958)
- No Name on the Bullet (1959)
- Un golpe de gracia (The Mouse That Roared)(1959)
- Soltero en el paraíso (Bachelor in Paradise) (1961)
- Un biberón en la ONU (A Global Affair) (1964).
- Los impetuosos (The Lively Set) (1964)
- Hello Down There (1969)
- Black Eye (1974)
- Boss Nigger (1975)
- Conspiración en Suiza (The Swiss Conspiracy) (1976).
- The Wackiest Wagon Train in the West (1976)
Fuente Wikipedia
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
martes, 20 de marzo de 2012
El oscuro gabinete de Alfred Kubin
Alfred Leopold Isidor Kubin
, ilustrador expresionista Austriaco, y también escritor. Nacido un 10
de abril de 1877, sólo para cruzar un 20 de agosto de 1959 más allá del
horizonte crepuscular de la mano de uno de sus símbolos favoritos: La
muerte.
Kubin, es creador de unos de los universos visuales más originales del expresionismo, por lo espectral, simbólico, y la extraña fantasía de sus trabajos, ligadas por series temáticas. Por otro lado, su sensibilidad para la ilustración exploró nuevas manifestaciones visuales para las obras de Edgar Allan Poe, E. T. A. Hoffmann, Fyodor Dostoevsky y otros. Su genio no se limitó a las artes visuales, sino que se abismó en la dimensión de la literatura, resultando en la escritura de una novela titulada «Die Andere Seite» («El Otro Lado»; 1909). Considerada una crónica apocalíptica de atmósfera claustrofóbica y absurda; con reminiscencias de los últimos escritos de Franz Kafka. Esta novela es considerada como una de las obras maestra de la literatura fantástica alemana; así la han calificado reputados autores como Hemann Hesse, que la sitúa a medio camino entre Meyrink, Poe, y Kafka.
Desde 1906 hasta su muerte llevó una vida retirada en un castillo del siglo XII en Zwickledt, en los Alpes austriacos. En 1938, con la anexión de Australia a la Alemania Nazi, su trabajo fue declarado «Arte Degenerado».
Kubin fue una influencia determinante en uno de los cineastas más importantes del expresionismo: Friedrich Wilhelm Murnau. Éste sentía una gran fascinación por la obra de Kubin, en especial por el uso irreal que hacia de la luz. La magia de muchos de sus grabados y dibujos está de hecho en el ambiente crepuscular, cuya mortecina luz no procede de una fuente determinada sino más bien de la misma atmósfera. En una de la escenas del Fausto de Murnau, se copia literalmente una de las ilustraciones que Kubin hizo para su novela «El Otro Lado»: La casa de la madre de Margarita, extrañamente iluminada en la noche. Algo similar sucede en una escena de la calle de Nosferatu, también copia de una ilustración del mismo libro.
La educación artística de Kubin comenzó como estudiante de fotografía bajo las luces del fotógrafo paisajista Alois Beer,
este aprendizaje se extendió de 1892 a 1896. Después se enrola en la Academia de Múnich en 1899, si bien no finalizó sus estudios allí. En Múnich, Kubin descubre los trabajos de Odilón Redon, Edvard Munch, James Ensor y Max Klinger.
Las técnicas de Goya y Klinger
influenciaron el estilo de sus trabajos en este periodo, los cuales
consistían principalmente en dibujos a tinta y acuarelas, con temas de
una personalidad fantástica y macabra. Kubin produjo entre 1902
y 1910 una pequeña cantidad de pinturas al oleo; pero pronto comenzaron
a predominar en sus trabajos el uso de otras técnicas, y así, el dibujo
con pluma a tinta china, la acuarela y la litografía se convirtieron en
su medio de expresión favorito. En 1911 se asoció, junto a sus amigos, Paul Klee y Franz Marc, al grupo Der Blaue Reiter, participando con estos en una exhibición en Berlín en 1913. Prácticamente esto fue lo más lejos que Kubin llegó
en sus relaciones con los movimientos y artistas de su época, ya que a
partir de ese momento perdió contacto con las vanguardias y sus
representantes.
Kubin, es creador de unos de los universos visuales más originales del expresionismo, por lo espectral, simbólico, y la extraña fantasía de sus trabajos, ligadas por series temáticas. Por otro lado, su sensibilidad para la ilustración exploró nuevas manifestaciones visuales para las obras de Edgar Allan Poe, E. T. A. Hoffmann, Fyodor Dostoevsky y otros. Su genio no se limitó a las artes visuales, sino que se abismó en la dimensión de la literatura, resultando en la escritura de una novela titulada «Die Andere Seite» («El Otro Lado»; 1909). Considerada una crónica apocalíptica de atmósfera claustrofóbica y absurda; con reminiscencias de los últimos escritos de Franz Kafka. Esta novela es considerada como una de las obras maestra de la literatura fantástica alemana; así la han calificado reputados autores como Hemann Hesse, que la sitúa a medio camino entre Meyrink, Poe, y Kafka.
Desde 1906 hasta su muerte llevó una vida retirada en un castillo del siglo XII en Zwickledt, en los Alpes austriacos. En 1938, con la anexión de Australia a la Alemania Nazi, su trabajo fue declarado «Arte Degenerado».
Kubin fue una influencia determinante en uno de los cineastas más importantes del expresionismo: Friedrich Wilhelm Murnau. Éste sentía una gran fascinación por la obra de Kubin, en especial por el uso irreal que hacia de la luz. La magia de muchos de sus grabados y dibujos está de hecho en el ambiente crepuscular, cuya mortecina luz no procede de una fuente determinada sino más bien de la misma atmósfera. En una de la escenas del Fausto de Murnau, se copia literalmente una de las ilustraciones que Kubin hizo para su novela «El Otro Lado»: La casa de la madre de Margarita, extrañamente iluminada en la noche. Algo similar sucede en una escena de la calle de Nosferatu, también copia de una ilustración del mismo libro.
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